
Come And Reason Ministries
Come And Reason Ministries helping you learn to discern.
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Come And Reason Ministries – helping you learn to discern.
En agosto de 2020, escribí un blog llamado “King of the North Versus South and Today’s End-Time Events. (english)” en el que desglosé la larga profecía del capítulo 11 de Daniel.
En ese blog, identifiqué al Rey del Sur como las fuerzas de Satanás a lo largo de la historia que fomentan la impiedad, representada simbólica y proféticamente por Egipto con Faraón proclamando arrogantemente: “¿Quién es Dios para que yo le obedezca?” (Éxodo 5:2). Las fuerzas del Rey del Sur de Satanás hoy en día incluyen aquellas agencias basadas en el evolucionismo, el humanismo y el comunismo ateo; en términos generales, la política de izquierda/liberal quienes usan al gobierno para promover sus dogmas (morales) sin Dios.
El Rey del Norte representa la fuerza “opuesta” de Satanás, el imperialismo religioso, aquellas agencias que aceptan al Dios Creador de la Biblia, el Dios de Abraham, pero que también usan el poder del gobierno para imponer sus dogmas sobre otros. En términos generales, la política de derecha/conservadora. En las Escrituras, estas fuerzas están representadas simbólica y proféticamente por Babilonia y Roma, quienes aceptan a Dios, pero usan el gobierno para imponer sus dogmas (Daniel 3:29).
Tanto el Rey del Norte como el Rey del Sur son agentes de Satanás porque ambos se basan en sus principios (fuerza contra todos, control, supervivencia, egoísmo, etc.) y utilizan sus métodos (mentiras, leyes impuestas, coerción, fuerza, etc.). Satanás posiciona a estos dos sistemas, uno contra el otro para dividir a la humanidad, incitar conflicto, engañar y confundir las mentes humanas, corromper el carácter y llevar al pueblo de Dios a elegir un lado o el otro, porque al hacerlo, se alinean con el enemigo de Dios y eventualmente llegan a aceptar los principios de Satanás y practicar sus métodos.
Como veremos, la tentación de alinearse con uno de estos dos lados será tan poderosa que todos menos los escogidos optarán a unirse con una de estas dos fuerzas satánicas.
En la profecía de Daniel 11, el pueblo de Dios está representado por la “Tierra Gloriosa”, por la cual estas dos fuerzas de inspiración satánica están en constante conflicto. En la realidad más amplia, Satanás no está luchando simplemente para obtener una propiedad inmobiliaria; él está luchando para corromper cada corazón y mente humana. Él está orquestando eventos en el mundo de hoy para incitar que los santos, el pueblo glorioso (la tierra gloriosa), aquellos que dan gloria a Dios revelen su carácter maligno en sus vidas, porque la hora del juicio de Dios ha llegado (Apocalipsis 14:7). El incita a elegir unirse al Rey del Sur (la impiedad, el izquierdismo, el humanismo, el socialismo, el comunismo) o al Rey del Norte (imperialismo religioso, conservadurismo político). Unirse al Rey del Norte o del Sur significa aceptar, abrazar, aceptar y practicar los métodos y principios de esos sistemas. Fíjese que estas dos fuerzas filosóficas y políticas que parecen opuestas pueden estar en desacuerdo sobre política, objetivos y visión, pero ellas comparten una raíz común que es fundamental con todas las fuerzas de Satanás: “la ley impuesta que acepta y desea la influencia y coerción de poderes gubernamentales.
Satanás usa sus diversas agencias aquí en la tierra para promover estos dos sistemas falsos y los pone al parecer como si lucharan entre sí. Conduce a una fuerza a cometer alguna injusticia (abuso, explotación, ya sea individual o institucional) con el fin de incitar a la indignación de la fuerza contraria. Satanás se regocija en aquellos que perpetran el mal porque inevitablemente corrompen sus propios corazones y mentes con cada acto de pecado; más que esto, Satanás celebra el impacto que su maldad tiene sobre los inocentes.
Cuando presenciamos o participamos en lo malo, somos instados a sentir ira, resentimiento, miedo, frustración, desánimo, dudas y desesperanza. Pero en nuestro ser no deseamos que las cosas sean así. Queremos corregir el daño, curar la lesión y eliminar el sentimiento de impotencia. Queremos sentirnos seguros, no vulnerables. Queremos que las cosas se solucionen, se arreglen, se restauren, definitivamente, queremos justicia.
Pero en nuestro estado caído, inconverso, con temores mundanales y con el egoísmo reinando en nuestros corazones, la injusticia provoca indignación y esto nos lleva a buscar “justicia” a través de métodos mundanos, métodos de coerción y de control de Satanás. Cuando la gracia, el amor, la verdad y la sabiduría de Dios no reina en nuestros corazones y en nuestras mentes, nuestro corazón pecaminoso en su estado enfermo es indefenso y fácil presa ante el deseo de venganza y el deseo de ver castigados a los malhechores. Ansiamos venganza, pero sabemos que la venganza no es buena, así la disfrazamos en una máscara de justicia y buscamos nuestra venganza entonces apoyamos la aprobación de leyes que favorecen ese deseo de venganza y pedimos que las fuerzas del orden y policiales castiguen a aquellos a quienes consideramos que son la fuente del mal y el daño.
¡Esta búsqueda mundana de justicia es una trampa de Satanás para corromper los corazones y las mentes humanas!
Satanás no puede obligar a ninguna persona a pecar, a rebelarse contra Dios o ponerse del lado de él. Por lo tanto, debe lograr que cada persona le elija a él, crea sus mentiras, diga “sí” a sus métodos, abrace y practique sus principios corruptos y rechace los métodos, principios y leyes de nuestro Dios de amor. Así es como Satanás se incrusta en los corazones y las mentes de las personas e internaliza y reproduce su carácter dentro de ellas.
Satanás inspira a aquellos que están unidos con el Rey del Sur (partido de izquierda) a buscar errores, injusticias, mentiras y abusos reales en aquellos que están alineados con el Rey del Norte (partido de derecha) y viceversa; luego engaña a ambos grupos para que traten de corregir los abusos, las injusticias y los errores que han identificado en el otro partido y así cambian de gobierno, cambian las leyes, los jueces y los políticos para obligar al otro lado a adoptar sus puntos de vista, o castigarlos si no lo hacen. Exactamente lo opuesto al método de Jesús que busca corregir errores en nuestras propias mentes antes de tratar de corregir los errores de los demás, véase Mateo 7:3-5.
El problema es que ambos lados (Norte y Sur) pertenecen a Satanás; ambos practican exactamente los mismos métodos de ley impuesta, fuerza coercitiva y egoísmo que corrompen el carácter de todos los que se unen a cualquier de los bandos y llegan a practicar sus métodos. Debido a que ambos lados practican injusticia abierta y mantienen áreas de error y falsedad. Estos grupos opuestos crean conflictos interminables con la seductora y falsa esperanza de mejorar la sociedad, pero siempre fallan porque la verdadera batalla es espiritual. en corazones y en mentes. La única forma de tener una sociedad verdaderamente mejor es tener la ley de Dios escrita en el corazón humano. (hebreos 8:10).
La raíz de los engaños de Satanás es truquear a la gente en ambos lados haciéndoles creer que pueden ganar su causa practicando sus métodos, que la justicia puede ser lograda con leyes correctas y con enforzamientos efectivos. Pero unirse a cualquier de los lados (Norte o Sur) resultara que al fin uno abandone el campamento de Dios y se vuelva como Satanás en carácter.
Nunca podremos ganar la causa de Dios usando los métodos de Satanás.
Entendiendo que esta guerra entre el Rey del Norte y el Rey del Sur es la larga batalla del gran conflicto que empezó en cielo, podemos darnos cuenta que los movimientos finales están tomando forma en la sociedad de hoy, los cuales culminarán con la segunda venida de Jesús. Es imperativo que el pueblo de Dios vea a estas dos fuerzas opuestas por lo que realmente son: agentes de Satanás y así podamos resistirlas y negarnos a unirnos con ninguno de los lados.
Durante la Edad Media y Oscura, las fuerzas del Rey del Norte (imperialismo religioso) dominaron a Europa, infligiendo todo tipo de abusos e injusticias a la población. Luego vino el renacimiento, lo que dio origen al Rey del Sur. Durante los últimos dos siglos, hemos visto a las fuerzas del Rey del Sur avanzar agresivamente. El ateísmo, el evolucionismo, el comunismo, el humanismo, el socialismo y el capitalismo egoísta y explotador han aumentado. Las fuerzas del Rey del Sur han tomado el control de la mayoría de las principales fuerzas de la sociedad humana: medios de comunicación, industria de entretenimiento, plataformas de redes sociales, educación pública, academia, instituciones científicas, sociedades y publicaciones médicas, agencias gubernamentales, bancos y grandes negocios multinacionales.
Durante la pandemia de covid, hemos visto a las fuerzas del Rey del Sur unirse en un intento de avanzar en su visión de un gobierno global (El Gran Reseteo). Estas fuerzas sin Dios han obrado estratégicamente e intencionalmente de esta manera:
La Biblia predice que este empuje coercitivo del Rey del Sur (Ateísmo) incitará al Rey del Norte (Imperialismo Religioso) a “atacarle” y destruirlo, y que rápidamente después se suscita la segunda venida de Cristo.
Creo que estamos a punto de ver el levantamiento final y el asalto del Rey del Norte contra las fuerzas del Rey del Sur. Veo señales de todo esto en los siguientes desarrollos:
Los cristianos están siendo tentados en este momento a unirse con el Rey del Norte, y veo que esas fuerzas están surgiendo en la sociedad de hoy. Pero nosotros debemos resistir. Debemos reconocer que Jesús dijo: “Mi reino no es de este mundo”. No debemos caer en la trampa de creer que podemos lograr la justicia a través de gobiernos humanos, de leyes o de mandatos sobre otros. (Zacarías 4:6).
En este mundo pecaminoso, el único beneficio justo de los poderes gubernamentales es para restringir el mal, no para promover la justicia. El poder externo solo puede usarse correctamente para evitar que la gente hiera a otros; nunca se puede usar para obligar a la gente a amar, a ser amables, generosos, verdaderos, leales y fieles. Cuando el gobierno se aleja de las leyes neutrales que restringen las actividades dañinas y deciden en vez promover agendas morales, el gobierno mismo se vuelve abusivo, ya sea como la iglesia de la Edad Media, las leyes de la Sharía en los países islámicos o en los movimientos finales de gente religiosa que siente indignación por lo que ve hoy.
La Constitución de los Estados Unidos se estableció para brindar a su población la mayor libertad posible en un mundo pecaminoso y al mismo tiempo restringiendo a esas fuerzas históricas que han surgido a lo largo de la historia para explotar a las masas. La Constitución fue establecida para restringir a tres fuerzas principales de explotación y estas son: el mismo gobierno, el poder religioso dominante y la aristocracia (ricos/grandes negocios). Pero con libertad viene responsabilidad. Debemos darnos cuenta, como escribió John Adams, segundo presidente de los Estados Unidos y coautor de la Declaración de Independencia: “Nuestra Constitución fue hecha solo para un pueblo moral y religioso. Es totalmente inadecuado para el gobierno de cualquier otro”.
La moralidad no se puede legislar; los verdaderos discípulos de Jesús saben que no se puede imponer la moralidad con leyes. La moralidad en una sociedad proviene de corazones y de mentes de personas que tienen un sentido interior de valores basados en el amor por los demás, que ven a los demás como hijos de Dios, de hacer a otros lo que quisieran que se haga con ellos. Solo aquellos que han internalizado la ley de Dios en su corazón son lo suficientemente maduros para ejercer las responsabilidades que vienen con la libertad.
Este sentido interno moral de valores no se puede imponer externamente; deben ser practicados internamente de una manera individual, en una relación de amor con nuestro Dios Creador. Solo una sociedad compuesta por personas que poseen esta moral interna de amor, de respeto por los demás, de confianza en Dios y de dominio propio para evitar herir a otros, puede experimentar la mayor libertad.
Pero cuando personas que son piadosas se ven oprimidas por los constantes mensajes de miedo, por el aumento de inmoralidad y de decadencia social que atribuyen a la izquierda liberal sin Dios y llegan a sentir frustración y miedo cada vez mayores, eso desencadena impulsos de supervivencia para buscar soluciones para protegerse a sí mismo, a su familia y a la sociedad que aman. Entonces, Satanás interviene para engañar a la gente que ahora ya está atemorizada que la única forma de restaurar el orden, de hacer que la gente se sienta segura, de detener la destrucción por la impiedad, es con más gobierno, “mejores” leyes y un control autoritario más fuerte. Esta es la bestia de Apocalipsis, la coalición global de imperialismo religioso del tiempo del fin que se pone en marcha con el consentimiento de la población porque tienen miedo, se sienten impotentes, sin esperanza y quieren la restauración del orden en la sociedad.
No se dejen engañar a unirse al Rey del Norte o al Rey del Sur. Manténgase firme en Jesús, revelen su carácter practicando sus métodos de verdad, amor y libertad y así denle toda la gloria. ¡Porque este es el momento en la historia humana para que todos vean la diferencia entre nuestro Dios Creador de amor y el dios dictador imperial de Roma y desechen al dios imperial y adoren a aquel que hizo los cielos, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!