CÓMO SATANÁS ATACA EL CARÁCTER DE DIOS
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“Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.” (2 Corintios 10:3-5)

Satanás es el padre de las mentiras (Juan 8:44), y sus mentiras principales son sobre Dios. Satanás entiende que cuando la gente conoce la verdad sobre Dios, su poder sobre ellos se rompe y la confianza en Dios se restaura. Por lo cual Satanás trabaja muy duro introduciendo mentiras sobre Dios en nuestras mentes, creencias, cosmovisión, doctrinas, sistemas educativos, e iglesias.

Mientras más mentiras creamos, más difícil será conocer a Dios y confiar en él. Dios es el creador de toda la realidad. Su carácter es amor, y sus métodos son verdad, amor y libertad. En Jesús, la plenitud de Dios habitó en forma humana (Colosense 2:9). Podemos conocer la verdad sobre el carácter de Dios porque fue revelado en la vida de Jesús. Si hemos visto a Jesús, entonces hemos visto al Padre.

Pero aun los discípulos no parecían entender esto:

Señor —dijo Felipe—, muéstranos al Padre y con eso nos basta.

 —¡Pero, Felipe! ¿Tanto tiempo llevo ya entre ustedes, y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decirme: “Muéstranos al Padre”?  ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está en mí, el que realiza sus obras. Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al menos créanme por las obras mismas.

Uno de los propósitos de Jesús en venir fue para revelarnos al Padre. En su oración, exactamente antes de su crucifixión, Jesús dijo:

Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste. A los que me diste del mundo les he revelado quién eres. Eran tuyos; tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra” (Juan 17:4,6)

Satanás odia la verdad sobre Dios, y odia cuando la verdad sobre Dios es revelada. Así, que el trabaja para oscurecer la verdad sobre Dios, infectarla con mentiras, pervertirla con distorsiones, corromperla con aspectos de su propio carácter de modo que las personas eventualmente reemplazen la verdad sobre Dios con una falsificación a la imagen de Satanás.

Hay muchas formas en las que Satanás ataca la imagen de Dios; aquí hay algunas:

  • Reemplazando la verdad de que la ley de Dios es un protocolo diseñado sobre el cual el Creador construyó la realidad para funcionar. Con la mentira de que la ley de Dios no funciona de manera diferente a las reglas que los humanos pecadores inventan. Una vez esta mentira es creída, causa que Dios sea visto como:
    • La fuente de dolor, sufrimiento, y la muerte como castigo por el pecado:
      • Esta mentira se manifiesta cuando la gente pregunta ¿qué pecado cometí que Dios le dio a mi hijo cáncer? O ¿qué pecado cometí para que mi esposo me engañara? O los amigos de Job argumentando que la calamidad que le sucedió a Job fue porque Dios le estaba castigando por algún pecado.
    • Alguien de quien necesitamos protección:
      • Esta mentira se manifiesta en la enseñanza de que se tienen que hacer pagos a un dios castigador, para lograr algo en ese dios, y que no nos castigue.
    • Dios es de carácter diferente al de Jesús – que Jesús es misericordioso y amante mientras que el Padre es severo y castigador.
  • Al socavar la divinidad de Cristo:
    • Si Jesús no es Dios completamente, entonces su muerte revela que Dios está dispuesto a sacrificar a otros para protegerse a él mismo, lo que hace a Dios que sea más egoísta que amoroso.
    • Si Jesús no es completamente Dios, entonces Dios es algo más que amor porque el amor no existe y no funciona en singularidad; amor funcional, activo requiere a otros. Si hubo un tiempo en que Jesús no existía, entonces Dios era algo más que amor en ese tiempo.
  • Al socavar la divinidad del Espíritu Santo:
    • Si el Espíritu Santo no es completamente divino con su propia identidad e individualidad, entonces Dios es algo distinto del amor, ya que el amor opera plenamente sólo con un otro y  con un mínimo de tres.
      • Dos individuos pueden existir en una díada de refuerzo narcisista en la que ambos se adoran mutuamente, siendo gratificados y sostenidos en esa atención. Pero cuando un tercero entra y llama la atención de uno, surge la ira y la hostilidad. El amor ágape solo existe cuando se manifiesta un genuino sacrificio de uno mismo por la beneficencia del otro.
    • Negar la existencia del Espíritu Santo socava el carácter de Dios y refuerza la noción de un Dios egocéntrico con una jerarquía al estilo del gobierno.
  • Sugerir que Dios opera sobre una autoridad jerárquica – con un ser que manda sobre otros:
    • Este es el método de Satanás y su gobierno (Isaías 14.) Pero como Jesús es completamente Dios, lo vemos como se describe en Filipenses capitulo dos, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo para levantar a otros. No hay jerarquía entre la Deidad. Ellos son todos eternos e iguales en poder y autoridad.
  • Enseñando que no hay Dios y que los humanos evolucionaron al azar por su propia cuenta:
    • Esto socava no sólo a Dios si no también la naturaleza y el propósito de la humanidad.
    • Esto socava nuestra individualidad y la santidad de la vida.
  • Enseñando que Dios utilizó la evolución para crear:
    • La evolución enseña que los organismos se adaptan y avanzan eliminando la competencia más débil para tomar los recursos. Por lo tanto esta mentira enseña que Dios usa el dolor, sufrimiento, y muerte para crear.
    • Dios es la fuente de vida, dicho a la existencia por su palabra; según la Biblia, Satanás y el pecado son las fuentes y causas reales de la muerte.

Estamos en una guerra por nuestros corazones y mentes, y el problema central de esta guerra es el conocimiento de Dios. No escuches las mentiras. Enfócate en Jesús, en su palabra, la verdad de Dios que ha mostrado para que veamos, y podamos volver a amarlo y confiar en nuestro increíble Salvador, cuyas leyes son el protocolo del amor incorporados a la realidad. Vida, salud, y felicidad son solo posibles viviendo una vida de armonía con Dios y sus diseños para la vida – así que no creas las mentiras; abraza y vive la verdad!

 

 

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