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Salvación y la Limpieza de Nuestro Espíritu – Parte 2

Salvación y la Limpieza de Nuestro Espíritu – Parte 2

Como Jesús Nuestro Sustituto Limpia Nuestro Espíritu

 En nuestro último blog exploramos “La Salvación y la limpieza de nuestro espíritu” – cómo somos santificados en espíritu, mente, y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23). Discutimos como nuestro espíritu es nuestra energía de vida, recibida de Dios, que nos vigoriza y motiva nuestras acciones, y que nuestro espíritu puede ser purificado por el Espíritu Santo que mora en nosotros o permanecer corrompido y  contaminado por nuestro rechazo a Dios y la elección del mal.

También discutimos que el Espíritu Santo limpia nuestro espíritu tomando lo que Cristo logró y reproduciendolo en nosotros. Cuando entregamos nuestro corazón a Jesús, nuestro espíritu se une con Él, su amor echa fuera el temor, y recibimos un nuevo temperamento espiritual que vigoriza nuestras vidas. De Jesús recibimos un espíritu de amor, confianza, lealtad, abnegación, bondad, misericordia, mansedumbre y dominio propio.

En este blog queremos examinar cómo la muerte vicaria, abnegada y sustitutiva de Jesús proporciona para nuestra salvación, para nuestra redención, renacimiento, y limpieza del pecado.

Déjeme aclarar explícitamente este punto: ningún ser humano puede ser salvado del pecado sin la vida sustitutiva y sin pecado de la muerte sacrificial de Jesús.

Creo que Jesús se hizo un ser humano real y voluntariamente se puso en nuestra posición que no era naturalmente la suya con el propósito de liberarnos de nuestra posición que era naturalmente la nuestra; eso es, tomó nuestro lugar. El mismo se sustituyó. Nunca podremos negar eso – porque es una verdad eterna!

La pregunta es ¿por qué fue necesaria su muerte para salvarnos?

Convirtiéndonos a la Justicia de Dios

Mi punto de vista es que la muerte de Cristo logró lo que el apóstol Pablo describe:

Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador,  para que en él recibiéramos la justicia de Dios (2 Corintios 5:21).

De acuerdo a este pasaje, la razón  de la muerte sacrificial sustitutiva de Cristo no fue  legal; tampoco por razones penales. No fue un pago. Tampoco fue para calmar o propiciar la ira de Dios, porque Dios nunca ha sido nuestro problema. Dios siempre ha  estado de nuestro lado (Romanos 8:31); Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo consigo mismo (2 Corintios 5:19).

Dios no fue cambiado por el pecado de Adán , tampoco cambiaron sus leyes. Por lo contrario, fue la condición de Adán  que cambió de sin pecado, leal, fiel y digno de confianza a pecador, desleal, infiel e indigno de confianza; se volvió un ser motivado por el temor y el egoísmo. Adán  ya no tenía un corazón puro y un espíritu recto!

Así, Jesús se convirtió en nuestro sustituto humano, tomando la humanidad que fue dañada por Adán , para que seamos justicia de Dios, para que la humanidad pueda ser limpiada de pecado y restaurada a su perfecto ideal.

Pero ¿por qué es que  la muerte sustituta de Cristo fue necesaria para que seamos justificados? ¿Por qué fue necesaria la muerte de Cristo para salvar a los humanos del pecado? ¿Como la muerte voluntaria de Cristo y su sacrificio sustitutivo alcanzó la justicia de Dios en la humanidad?

Después de todo, si Dios es amor y Él ama al mundo tanto que envió a su hijo (Juan 3:16), si Dios es misericordioso – lleno de misericordia (Deuteronomio 4:31), y no lleva cuentas de nuestros errores (1 Corintios 13:5) entonces ¿por qué no pudo solo perdonarnos directamente sin la muerte de Jesús?

Primero, Dios nos perdonó directamente! Fue su amor y su perdón lo que envió a su hijo a hacer lo que era necesario para salvarnos.

Pero el perdón de Dios, extendido libremente de su corazón amante, no remueve la condición de pecado de nosotros! la salvación es mucho más que el perdón- es curación! La salvación requiere que la pecaminosidad, el temor y el egoísmo que hay en nosotros sea reemplazado con impecabilidad,  amor y  confianza, lo que resulta en rectitud, pureza y santidad.

Así, como Juan el Bautista dijo, Jesús es “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29)énfasis mío. Jesús vino a erradicar el pecado y a destruir la muerte (2 Timoteo 1:10) y la causa de la muerte (Hebreos 2:14), sanando así esta creación. Y el miedo y el egoísmo que es el aspecto elemental y corruptor que conlleva al pecado, que infecta, contamina y descompone nuestro espíritu (corazón) y alma (mente) tiene que ser purgado, removido, destruido, eliminado, limpiado de la humanidad.

Jesús tuvo que proporcionar la verdad para liberar nuestras mentes de las mentiras de Satanás –  a fin de ganarnos (influencia moral) para confiar en Él. También necesitaba proveer a fin de salvar la especie humana creada en el Edén, un espíritu humano  limpio, purificado, renovado y perfeccionado (vida, corazón, energía motivadora) que recibimos a través de nuestra confianza en Él.

Cuando Adán  pecó,  él se corrompió a sí mismo, infectando su vida con pecado. Su espíritu (vida, corazón, energía motivadora) se contaminó con egoísmo;  sus motivos para actuar ya no estaban dirigidos por un amor abnegado si no por el egoísmo  impulsado por el miedo, el instinto de supervivencia del más fuerte.

Y cada ser humano es una descendencia, crecimiento, extensión de esa misma vida (espíritu)!

Todos nacemos infectados con pecado, con miedo y egoísmo, con impiedad (Salmos 51:5).  La manera de salvarnos de esta condición pecaminosa terminal, Jesús tenía que no solo restaurar nuestra confianza en Dios por la revelación de la verdad, sino también tenía que purgar, limpiar, remover, eliminar, erradicar, destruir la pecaminosidad (miedo y egoísmo) de la humanidad.

Y para poder hacer eso, Jesús tuvo que participar de la humanidad, de la misma vida (espíritu) dada a Adán  en el Edén, la cual  había corrompido y purificar esa vida.

La humanidad  como una familia

 Dios puede crear nuevas especies en cualquier momento que Él quiera.

Después de que Adán  pecó, Dios estaba libre de recoger un poco de polvo y formar un nuevo cuerpo, darle el soplo de vida, y crear un nuevo ser humano sin pecado – pero tal ser no sería parte de la creación que Él hizo en el Edén. No tendría relación con Adán  y Eva, sería una creación nueva similar pero sin embargo distinta. Crear un nuevo ser humano no hubiese salvado a Adán , Eva y sus descendientes de su condición terminal; no hubiese salvado la creación que Dios hizo en el Edén. No hubiese purificado la vida dada a Adán .

Cuando Dios hizo a Adán , Él sopló el aliento de vida en él o la energía de vida y cada otro ser humano ha recibido vida del mismo aliento de vida que fue dado a Adán . Eva no fue formada del polvo, ella no recibió su propio aliento de vida. En cambio  ella fue formada del tejido vivo del cuerpo de Adán , tejido que ya estaba vivo, y que era una extensión del mismo soplo de vida  (energía de vida) que Dios puso en Adán .

La palabra Griega (pneuma) y hebrea (ruwach) palabras para “aliento” son las mismas palabras que se traduce como “espíritu”. La energía de vida de Dios fue dada a Adán  pura, santa, sin mancha, con la resonancia, el aura, la cualidad, el carácter y la motivación para amar.  El aliento, el espíritu, es la energía motivacional interna que nos anima y vigoriza. Adán  vino a la vida en el Edén con un espíritu de pureza, santidad y amor. Sus deseos naturales y motivación estaban en perfecta armonía con el Dios de los cielos. Adán  era capaz, en su propia fuerza recibida por Dios, de decir no a la tentación y, en su estado original, desarrollar un carácter maduro, santo y perfecto, y de esta forma establecer su espíritu en pureza eterna y lealtad a Dios.

Se suponía que Adán  y Eva desarrollarían un carácter maduro y santo en el árbol del conocimiento del bien y el mal. Fue en el árbol que ellos podían ejercitar la habilidad que Dios les dio de pensar, razonar, y elegir por sí mismos. En ese árbol, ellos eligirían conocer por experiencia, amor, confianza, lealtad, fe, justicia, solidificando así en santidad y reteniendo un espíritu puro, una vida sin pecado o decidirían creer las mentiras de Satanás y romper la confianza en Dios y por lo tanto conocer, en experiencia en su ser, el temor, el egoísmo, desconfianza, culpa, vergüenza y maldad – así corrompiendo su espíritu, sus vidas, el soplo de vida con el que Dios los había dado vida.

Porque Dios le dio a Adán  y Eva habilidades procreadoras, el mismo aliento de “vida” que sopló en Adán  es compartido con cada una de los seres humanos. Somos una extensión de Adán , y la triste realidad es que Adán  alteró la calidad de esa energía de vida de amor puro a una vida contaminada con temor y egoísmo , y todos somos nacidos con este impulso motivacional de miedo y egoísmo. Y este espíritu (vida) no está en armonía con el Dios de los Cielos. El temor causa egoísmo, lo cual es lo opuesto del amor; está fuera de armonía con Dios y su diseño de vida y resulta en ruina y muerte (Romanos 6:23; Santiago 1:15; Gálatas 6:8).

Jesús y la Familia Humana

¿Qué se necesitaba para salvar a la humanidad de esta condición terminal?

Un ser humano que fuese parte de Adán , parte de su creación, un ser humano que tuviese de la misma vida, el mismo espíritu o energía de vida, que fue soplado en Adán  en el Edén, esa vida que está ahora infectada con temor y egoísmo, y que entonces venciera y erradicara la contaminación y purificara esa vida,  de esa forma destruyendo la condición terminal, purgando el temor y el egoísmo, y restaurando el amor perfecto, puro e inmaculado de Dios nuevamente en esta creación humana, perfeccionando y limpiando el espíritu – la vida dada a Adán  y compartida por todos nosotros.

Así es cómo Jesús vino como el segundo Adán  tomando de la misma vida que fue dada a Adán  y pasó en generaciones hasta David (Romanos 1:3; Hebreos 2:14). Él recibió vida humana a través de su madre Maria – una vida humana, que ha sido dañada por el pecado, infectada con temor y egoísmo, y terminal por la caída de Adán  (Gálatas 4:4),  somos tentados por nuestros propios malos deseos (Santiago 1:14). La humanidad y vida recibida por Jesús de Adán  fue capaz de tentarlo a Él con miedo y egoísmo, lo que se reveló en Getsemaní cuando sufrió terribles emociones y angustias tentándolo a actuar en su propio interés y no ir a la cruz.

Pero como el padre de la humanidad de Jesús es el espíritu Santo (Mateo 1:18-20) Jesús  también nació con una energía vital espiritual pura e inmaculada, vigorizada con ella. Como un ser humano real, participando de la vida transmitida por Adán  y de la vida dada por el Espíritu Santo, Jesús pudo enfrentar la tentación y usar solo sus habilidades humanas para decir no a cada tentación proveniente de la infección del espíritu humano (vida) que recibió de Adán  y decir sí a Dios y vivir una vida santa y pura

(Hebreos 4:15) en armonía con el Espíritu Santo. (nosotros recibimos la misma habilidad de elegir vivir en armonía con Dios en nuestra conversión cuando nacemos de nuevo con un corazón nuevo y un espíritu correcto – cuando recibimos la nueva vida/espíritu por el espíritu santo que mora en nosotros).

En la cruz, Jesús eligió solo la vida pura, la energía pura del amor, que Él recibió del Espíritu Santo, de este modo destruyó la infección que causa la muerte, el carácter, inclinación, motivación al miedo y egoísmo contaminando la energía de vida soplada en Adán  (2 Timoteo 1:10). En la cruz Jesús destruyó el pecado carnal terminal y resucitó  con una humanidad purificada para volverse la nueva cabeza de la humanidad (Hebreo 5:9) y ahora está parado en la presencia de Dios no solo en su pre encarnada posición como el Hijo de Dios pero también como la cabeza representativa de la humanidad – Jesús un ser humano real, sin pecado y perfecto. Está en el concejo celestial como sustituto de Adán , cumpliendo el papel que Dios había diseñado originalmente para Adán .

Ahora a través de la fe, cada uno de nosotros puede recibir la misma energía pura, divina vivificante (espíritu-vida) a través del Espíritu Santo que mora en nosotros que toma lo que Cristo logró y lo reproduce en nosotros, invigorandonos con un nuevo espíritu renovado. Cristo es la vid y nosotros los pámpanos (Juan 15:5), los cuales siendo injertados en Cristo por la fe, reciben el nuevo espíritu vigorizante (vida) proveniente de Él a través del Espíritu Santo que mora en nosotros. Morimos al espíritu viejo de miedo y egoísmo y vivimos una nueva vida con un nuevo espíritu de amor y confianza. Como Pablo escribió,

El amor de Cristo nos constriñe, porque estamos convencidos de que uno murió por todos y por consiguiente todos murieron.  Y  Él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado. (2 Corintios 5:14,15 énfasis mío)

Nosotros con nuestra vida nueva, nuestro nuevo espíritu, nuestra nueva energía espiritual purificada somos motivados, animados, comprometidos con nuevos deseos, actitudes y prioridades para que seamos partícipes literales de su naturaleza divina (2 Pedro 1:4). Como nuestro espíritu, nuestra energía vital interna, nuestros motivos, impulsos y deseos ahora provienen de Jesús y ya no provienen de lo que heredamos de Adán . Crecemos cada día en piedad y a pesar de las continuas tentaciones de nuestros viejos hábitos y respuestas condicionadas, nuestro espíritu renovado y renacido ya no está cautivo del miedo y el egoísmo. Como escribió Pablo,

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, [que heredamos de Adán ] sino de poder, de amor y de dominio propio [que recibimos por fe/confianza de Jesús] (2 Timoteo 1:7)

Estamos cambiando literalmente de una vida, espíritu, de miedo y egoísmo a una vida, espíritu de amor y confianza a través  del Espíritu Santo que mora en nosotros.

Y esto es posible sólo porque Jesús, como nuestro sustituto humano, tomó la humanidad infectada con temor y egoísmo por Adán  y la purificó. Jesús revela la verdad para ganarnos en confianza, y nos provee con un nuevo espíritu, una nueva vida, sin pecado y pura.

Gracias Jesús!

Te animo, si no lo has hecho todavía, a abrir tu corazón e invitar a Jesús, a pedir la limpieza y lavado del Espíritu Santo para purificar tu espíritu, para renovarte con nuevos deseos, motivos, para vigorizarte con amor por Dios y tu prójimo, para participar en la naturaleza divina, un nuevo espíritu  purificado como el de Cristo de amor y confianza!

 

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Testimony 21

I am absolutly on fire with the message at Come and Reason! I can’t get enough! I’ve read your book, blog, and articles. I’ve listened to your Bible study podcasts, your radio show, and your series – all excellent! It wasn’t until the past couple of years that I have I like I’m becoming “healthy,” with more to share with others than just beasts and commandments! I used to be a Bible worker and preached when the pastors were gone until I had had enough. I didnt realize at the time what the problem was, but i know now… the message wasn’t properly focused. Now my flame is rekindled. All of your little examples are so perfect in explaining something “complicated” and making it easily understood! Now I’m trying to shape it into a life changing evangelistic series! Thank you!

M.T., USA

 

Testimony 15

I have been sharing Come And Reason Ministries Bible study lessons with several folk. You have such a beautiful view of the plan of salvation. If we had this message preached when I was young, my generation would still all be in church.

H. R., New Zealand

Testimony 61

I grew up in a prominent protestant church and had what I like to call religious anxiety. I’ve always had questions about God and Salvation that no one could seem to answer.  I didn’t know how to find resolution. During 2020, at the height of my anxiety, I fell to my knees and begged God to show me truth and light and to give me the hope that I’ve been longing for. Days later, I stumbled upon your online videos and it was like a veil was lifted and EVERYTHING made sense! For the first time in my almost 39 years of life, my religious/spiritual anxiety has lessened. I feel a sense of freedom and peace I’ve NEVER had before… and it’s all because my view of God has changed. Thank you!

Ashleighn C.

 

Testimony 3

My husband is a pastor and I listen to your lesson almost every week. Thank you for helping me in my study life and to help me love the “real” God more.

C. F., NC, USA

 

Testimony 75

Thank you so much for everything you do! Because of all these truths, I’m excited to be with Jesus! I always pray everyday, “COME TODAY, JESUS.” Before finding C&R, I was always praying for delays, “NOT TODAY OH GOD. I AM NOT READY.” I just need to share more, talk more bout this truth, so everybody will be excited for Jesus.

J C Shin

Testimony 55

I was born [into the church], then I left it for many years. 10 years ago, I came back, but I could not take the hypocrisy and the lack of answers to the missing pieces. I struggled, but I did not abandon my commitment to know the truth. God is leading me to the simple understanding of his relevance and I am relearning what the church taught me as a youth… that he loves me, that he has led me to a knowledge of him such as I have never known. He is using Dr. Jennings to connect the dots that are now so apparent and hiding in plain sight!

Dean P., Arlington, TX, USA

 

Testimony 60

Just watched watched lesson 10 in the 1st quarter 2021 bible study classs on Isaiah. I want to thank you for your intellectual spirituality; it’s not an oxymoron! From the point of view of a teacher I also enjoy seeing how much personal pleasure you clearly take in not just tasting, but feasting on God’s word – it reminds me of Jeremiah not being able to hold it in! It makes me smile that your cup is so full and overflowing that you make it to Tuesday’s lesson (on a good day). It just goes to show the richness of God’s Word.

God bless the Come and Reason Team from our church here in Great Britain.

Andrew H., Great Britain

 

Testimony 66

I am incredibly grateful for the transformative impact you’ve had on my life, and words cannot fully express my appreciation. Over the years, I have been an avid listener and follower of C&R and extend my heartfelt thanks for creating the C&R mobile app. It has allowed me to immerse myself in your lessons repeatedly, enabling me to grasp the profound significance about the Character of God, Design Law, the protocols for life, the reasons behind the current chaos, and Christ’s mission to restore everything. They have deeply touched me. Having studied with various churches, I came away with the perception that God is no different from the deities of ancient Greek or Roman mythology—demanding sacrifices and taking pleasure in bloodshed. Thanks to your transformative teachings, I have experienced a profound awakening to the true nature of God and the immense power of His love. It is truly a remarkable and liberating sensation to finally grasp the truth and embrace the empowering nature of God’s laws. My self-perception has become brighter and more infused with love. My journey of growth continues on a daily basis.

Chris P., Lake Mary, FL, USA

 

Testimony 35

I am so pleased with the response your message is receiving at my church from the middle-aged to the young adults. I have given out 100 copies of the first two seminars and there are more request every week. One of my [class members] came to me after viewing the series, grateful and impressed with how easy the message was retained. He had been a Seventh-day Adventist in fear all his life, and felt like the scales were removed from his eyes after viewing the seminars. I am so impressed by the change I see in members who have received this message, we are in one accord. However, I am sadden by the negative response of the older people. I am verbally attacked anytime I talk about imposed laws, but I believe my mission is to enlightened everyone I can. I watch your Bible Study Class on YouTube every Friday night and I feel like I am apart of the class. All of you are in one accord and I am so blessed to have found you. I pray that all of you continue to spread this message and I am committed to doing my part.

Clara S., Westfield, MA, USA

 

Testimony 69

After reading your book, ‘Could It Be This Simple,’ someone was explaining Christianity in a way that made sense to me for the first time in my life. One morning, I simply prayed “I’m sorry and I love you.” As soon as I silently said that, I could literally feel God’s presence and light flood down on me from above and fill me up with love and joy. I sat there crying my eyes out, because I was so overpowered with this feeling of love and joy. It was just so incredible. I hope that more people can read this book and get a blessing from it. It’s really amazing.

Rachael H.

Testimony 45

I have been confused for years about what [christianity] calls [its] most disgusting teaching. It has never made much sense to me and for that reason has been evermore empty. I have listened to your class off and on and have struggled determining what is truth, because of the resistance design law encounters in the church. So, I thank God for your ministry. What you teach makes sense. It’s logical and backed up by the power of love. I have never seen that in Christ until now. I am astounded by the insight that is found when we look at God’s ministry through design law. All strength to this message, as I believe it to be the power of God.

Brendon S.

 

Testimony 57

You have helped make sense of thirty two years of confusion. The material you freely provide reorganized so much of my life into such a beautiful pattern that has always been hinted at from within, but misguided with my training and what I was experiencing externally. My filipno parents, who were converted from Catholicism to SDA, were sincere and did their best to raise me the right way and I have deep respect for them. However, being immigrants and not understanding the language made for a difficult transition as I was growing up, which also applied to my spiritual growth as I learned the patterns of religion. I have been listening to as many bible study classes and reading blog posts as my time in a work truck will allow, searching for the practical applications of where spirituality and reality meet, and I thank you for helping me find that. You have helped me reach a point in which I can truly say that I love God, that I believe He loves me, and, like David, I delight in His law. God bless.

Emmanuel V., Calgary, AB Canada

Testimony 10

I personally download and listen to each of Come And Reason Ministries Bible study class lessons and PDF study notes to use when teaching my class. Really appreciate the class especially when Dr. Jennings is teaching. Thank God there are persons like him doing His work and traveling to share His beliefs.

B. L.M., North Plains, OR, USA

 

Testimony 30

God lead me to your book “The God-Shaped Brain” while I was searching for another book about the brain and then to your interview about your book on HeartWise Ministries [where] I found out about [Come And Reason Ministries]. I’m now devouring the webcasts of your Bible studies. I have been so greatly blessed and I thank God so much for your courage to speak the Truth in love no matter what. Listening to you contrast the two opposing systems (laws) and digging deep to unearth the hidden treasures in the Bible makes me so incredibly happy and I feel very blessed to be part of your Bible Study Group although I live far away. I am just so excited that there is a group of people that is spreading the Truth about the character of God and it saddens me how few realize what our Father in Heaven is really like.

Kessy B., Australia

 

Testimony 26

Your teachings about our heavenly Father have changed my life. Thank you sooooooo very very much! I know He’s doing some serious healing in my heart and life and I look forward to each new day to learn something new about Him and to just hear you speak about Him. Thank you, forever.

Nancy S.