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Salvación y la Limpieza de Nuestro Espíritu – Parte 1

Salvación y la Limpieza de Nuestro Espíritu – Parte 1

El apóstol Pablo escribió,

“Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—, irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1 de Tesalonicenses 5:23).

¿Será solo una coincidencia que Pablo listara estos tres aspectos – espiritu, alma y cuerpo – en el orden que lo hizo o fue inspirado? ¿Revela esto que la curación comienza en el espíritu, llega al alma y termina en el cuerpo?

La palabra Griega que se traduce a “cuerpo” es soma y se refiere a la estructura física de nuestro ser,  la cual es la más fácil de identificar y diferenciar del alma y el espíritu. La Biblia está llena de muchas instrucciones para la salud del cuerpo – guías de higiene, dieta, ejercicio, y descanso. Si usamos la metáfora del computador, el soma corresponde al hardware, el componente físico de la máquina que uno puede tocar.

La palabra griega para “alma” es psyche, de donde obtenemos palabras como “psiquiatría” y “psicología” y se refiere a nuestra individualidad, carácter, personalidad única; el psyche corresponde al software de un computador,  abarcando todas las cosas que aprendemos, cómo nuestro lenguaje, y que consideramos como verdad, como valores, moral y creencias – por lo tanto, es nuestra mente.

La palabra Griega para “espíritu” es pneuma y está traducida en varias palabras, como aire, espíritu, fantasma, y aliento – como en aliento de vida, corresponde a la energía de nuestro ser y, ante todo, es la energía vivificante de Dios.

Y Dios el Señor formó al ser humano del polvo del suelo; [cuerpo] entonces sopló en su nariz aliento de vida [espíritu], y el hombre se convirtió en un ser viviente (Génesis 2:7).

Cuando una persona muere, Dios revierte este proceso; el cuerpo va de vuelta al polvo y el aliento de vida, y la energía de vida de Dios, “espíritu” vuelve a Dios:

“Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio (Eclesiastés 12:7).

La palabra “espíritu” aquí es usada para indicar el soplo de vida, la energía de vida. Pero esta palabra tiene significados adicionales que Pablo aplica cuando escribe a los Corintios:

“Yo, por mi parte, aunque no estoy físicamente entre ustedes, sí estoy presente en espíritu….. Cuando se reúnan y yo los acompañe en espíritu, en el nombre de nuestro Señor Jesús y con su poder  (1 de Corintios 5:3,4).

Nuestro espíritu, como Pablo usa el término arriba, se refiere a nuestros afectos, la actitud de nuestro corazón, los motivos verdaderos de nuestras acciones, y allí es donde Dios trabaja, a través del Espíritu que nos causa insatisfacción con el pecado, nos da un deseo por algo más, crea una convicción, una intranquilidad,  cuando estamos separados de Él y de sus caminos para nuestra vida. El espíritu son los deseos más íntimos de nuestro corazón, preferencias y alineamiento – con que resonamos y también la atmósfera de actitud que ambos creamos y preferimos. ¿Tenemos un espíritu de amor u odio, de bondad o crueldad, de humildad o arrogancia, de gentileza o brutalidad, de temor o coraje?

Piensa en la persona que más amas, quizá un hijo o tu esposo, yendo a un viaje peligroso, quizá a una zona de guerra, y con lágrimas, le dices, “estaré contigo en espíritu.” ¿Qué quieres decir? Estas diciendo que irás con ellos con tu cuerpo, en persona? No, no estarás con ellos físicamente cuando estás con ellos en espíritu.  Estás diciendo que vas a tener una experiencia extra corporal y flotaras al lado de ellos en una aparición de fantasma? Claro que no.

Estas diciendo que estarás con ellos de corazón, simpatía, compasión, actitud, deseos por su bienestar, compartiendo sus problemas y dolor, regocijándose en sus triunfos, celebrando su suceso, guardando su salud y bienestar ante todo en tus afectos y oraciones. Tienes la energía de tu corazón orientada hacia ellos para su bienestar. Estar con tu hijo en espíritu es estar en armonía con él en lo más íntimo de tu ser,  resonando y conectándote con él a través de lazos energéticos invisibles del universo cuántico que Dios ha creado. Es el alineamiento del corazón, de los afectos, bienestar, e intenciones por la felicidad y bienestar del otro.

La manera en la que Dios creó a los seres humanos, implica que después de que Adan recibió el “espíritu” del pan de vida, de su Creador,  adquirió la capacidad de impactar y formar, cambiar, alterar, e influir en el tenor, vibración, carácter, condición, cualidad, y pureza de la energía. Así como podemos contaminar agua pura y hacerla impura, así también podemos contaminar la motivación pura y la energía animadora del amor con temor y egoísmo, y todos hemos nacido con una vida, un espíritu, que recibimos de Adan que ya está contaminado con temor y egoísmo por lo que necesita una limpieza espiritual (Salmos 51:5). Esto es lo que Pablo nos dice cuando nos informa que nuestro ser entero necesita ser santificado – nuestra energía motivadora (espíritu, pneuma) necesita ser santificada.

¿Cómo funciona Actualmente la Salvación?

¿Qué significa esto en términos prácticos? Significa que la salvación requiere una limpieza del espíritu de la contaminación del pecado (temor y egoísmo). Salvación – limpieza, remoción de pecado – comienza con nuestro espíritu (pneuma), se mueve a nuestra alma/mente (psyche), y termina con nuestro cuerpos (soma) en la segunda venida.

Para cooperar más efectivamente e inteligentemente con Dios para la limpieza de nuestro espíritu, tenemos que entender cuál es nuestro espíritu. El espíritu es la parte de nosotros que conecta  con el Espíritu de Dios y es el medio por el cual  Dios nos inspira, energiza, anima, motiva y nos convence. En nuestro espíritu es donde la energía  sanadora de Dios interactúa con nuestra energía, (los deseos más íntimos y motivación) para influenciarnos. El Espíritu es el poder revitalizador de Dios que nos trae vida.

Jesús dijo, “El Espíritu da vida; la carne no vale para nada” (Juan 6:63).

El espíritu es la fuente de energía, el poder de vida que alimenta nuestro ser. Es el aliento de vida que Dios nos da, pero el Espíritu Santo es el poder de Dios sustentador, sanador, purificador, vigorizante, inspirador, transformador, renovador y regenerador que limpia nuestro espíritu,  ilumina nuestras mentes, inspira nuestros cantos, motiva nuestros corazones, limpia nuestra conciencia, ennoblece nuestras mentes y nos sella para el reino de amor de Dios.

“En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido.  Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios,  para alabanza de su gloria (Efesios 1:13.14).

Es el Espíritu Santo quien nos trae nuevos y saludables deseos, motivos, y la presencia de Jesús. Es a través del Espíritu Santo que participamos de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4) por eso cuando el Espíritu se mueve en nuestros corazones, en nuestro interior, necesitamos decir que “sí” a su dirección – para perdonar, para rechazar los viejos deseos de la carne de deshonestidad, egoísmo, malas suposiciones, chismes, celos, venganza y en cambio, alinear nuestros corazones con el “Espíritu,” con la actitud de Jesús mismo de amar a nuestros enemigos y bendecir a los que nos persiguen.

Jesús dijo a sus discípulos, cuando ellos le preguntaron si deberían bajar fuego del cielo sobre los Samaritanos,

 “Ustedes no saben de qué espíritu son —les dijo—,  porque el Hijo del hombre no vino para destruir la vida de las personas, sino para salvarla” (Lucas 9:55,56).

Los discípulos estaban fomentando el espíritu del enemigo de Dios, de venganza en vez de un espíritu de amor y gracia. Necesitaban una limpieza espiritual!

Mientras que el Espíritu Santo nos trae la verdad, amor y convicción; está en nosotros el aceptar o rechazar la energía transformadora del Espíritu de Dios; y si en vez de dejar que nuestro espíritu sea renovado, nos aferramos al resentimiento, a la amargura, la falta de perdón, la crueldad, los celos, el deseo de venganza, etc. entristecemos al Espíritu (Efesios 4:30).

Pero a medida que respondemos a los movimientos del Espíritu Santo en nuestro espíritu, pasamos de simplemente ser mantenidos vivos físicamente y buscados por el Espíritu Santo, como el pastor que busca a la oveja perdida, a prosperar realmente! Cuando decidimos estar conectados con Dios en una fe viva de confianza en Él, experimentamos la vitalidad del poder de Dios purificando nuestro espíritu. Cuando rendimos nuestros corazones y mente a  Jesús en fe, es cuando recibimos la presencia del Espíritu Santo en nuestro interior, quien renueva nuestro espíritu, transforma nuestros motivos, deseos, corazon, y actitudes y purifica con amor nuestro ser más íntimo, con gozo, esperanza, y la verdad; tomando lo que Jesús logró y reproduciendo su Espíritu en nosotros.

Como Pablo escribió, “he sido crucificado con Cristo y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20).

Pero si no nos mantenemos en una fe viva/una relación de confianza en Dios – sí por lo contrario andamos en nuestros propios caminos y hacemos nuestras propias cosas después de nuestra conversión – eso sería como atarnos una bolsa plástica en nuestra cabeza y aislarnos del aire refrescante y vivificante. Si nos alejamos del Espíritu Santo, solo respiramos en nuestras almas el desperdicio espiritual, los miedos, las incertidumbres, la culpa, la vergüenza, las dudas, los errores, los malentendidos, las deficiencias, las negaciones, las racionalizaciones, los dolores de cabeza, las decepciones y los males. Nuestro espíritu perderá lentamente la atmósfera celestial de gozo, paz, paciencia, amor y esperanza. Así como el aire dentro de la bolsa plástica se vuelve viciado, nuestro espíritu se vuelve viciado, estancado – y así como pasa cuando respiramos un aire impuro, nuestro espíritu eventualmente pierde energía y movimiento, nos desanimamos y estamos tentados a desistir.

Pero cuando retenemos nuestra conexión de una fe viva con Dios, nuestra comunión diaria con Él; entonces diariamente respiramos en el Espíritu de Dios y somos llenos de su presencia, su vida, su energía, su amor, su afecto, bondad, benevolencia, gracia, verdad y poder.

Nuestro espíritu es nuestra energía vital. El Espíritu de Dios es la energía plena de la tercera persona de la Deidad que se une a nosotros con todo el poder de la Deidad brindándonos  el Espiritu del Señor en una nueva actitud de amor en lugar de odio. Como escribió Pablo a Timoteo.

“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2Timoteo 1:7)

Te animo a que tengas un propósito en las rutinas diarias, que comiences cada día en una comunión personal con Dios, meditando en su palabra, su creación, su providencia, y hablando con Él. Invita al espíritu Santo en tu corazón para limpiarlo, renovarlo, refrescarlo, e invigorarlo para que experimentes el fruto del  Espíritu que es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio (Gálatas 5:22,23).

 Pablo escribió a los filipenses, cierro con este deseo para ti:

“Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable,  llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento (Filipenses 2:1,2)

 

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Testimony 17

The blessings of clarity and understanding you and your class inspire me to take from the word of God have impressed upon me so greatly the true, loving character of our Creator. I have found amazing freedom and joy through building a stronger, more intentional relationship with Him. What is new is that this is now a relationship built on love, reverence and respect rather than fear and obligation, and as such my eyes have been slammed OPEN as I am continually impressed by the manifestations of God’s true character in His provisions for fallen man.

T.E.H., Salt Lake City, UT, USA

 

Testimony 39

[This ministry is the] biggest blessing I have ever received! Your DVDs and lessons could not have come at a better time in my life. I have experienced in the past year many difficulties that, if it wasn’t for this wonderful view of God that I have discovered through this ministry, I would not have been able to respond in love and forgiveness. My heart is being transformed everyday by the Calvary-looking God you teach. Hallelujah!! I have tears in my eyes as I write, because my life has taken a complete turn from where I was heading.

I am from Central America. Most of my family is scattered in different parts of the world and all have the same view of God that I had growing up; a distant, exacting, and ready-to-punish-us-with-tragedy type of God. So, I have been translating lessons for my family and, to my surprise, they have also been sharing them with others! I can already see the difference. My brother has often said, “Thank you for sharing, I have never heard it this way!” My other family members are taking an amazing turn from a message of “repent or burn” towards a loving God, pleading to us that we won’t reject him because he loves us eternally.

Bless you for all you do.

Sofia S., Ashfield, MA, USA

 

Testimony 57

You have helped make sense of thirty two years of confusion. The material you freely provide reorganized so much of my life into such a beautiful pattern that has always been hinted at from within, but misguided with my training and what I was experiencing externally. My filipno parents, who were converted from Catholicism to SDA, were sincere and did their best to raise me the right way and I have deep respect for them. However, being immigrants and not understanding the language made for a difficult transition as I was growing up, which also applied to my spiritual growth as I learned the patterns of religion. I have been listening to as many bible study classes and reading blog posts as my time in a work truck will allow, searching for the practical applications of where spirituality and reality meet, and I thank you for helping me find that. You have helped me reach a point in which I can truly say that I love God, that I believe He loves me, and, like David, I delight in His law. God bless.

Emmanuel V., Calgary, AB Canada

Testimony 58

I have been watching your videos in The Power of Love seminar and I must say these have liberated me and have improved my relationship with the Lord. I am no longer terrified of him as I was before following your teachings.

Thando N., South Africa

 

Testimony 41

I have been blessed by your ministry. I have experienced personally, and deeply resonate with, the God of love and the beautiful picture of God’s character that you present. I have seen your seminar series on YouTube, read ‘The Journal of the Watcher’ book, used your mobile app, and also listen/study the bible study lesson with you each week. I concur with many of the thoughts and perspectives that you share. I understand your conclusions on natural laws vs imposed law and the legal/penal substitution (incorrect diagnosis). This makes perfect sense to me.

Bless you for all you do.

Melissa L.

 

Testimony 48

I just want to tell you how blessed I have been reading “The Remedy!” It has become a daily part of my devotional relationship with God. In it I have found a God of love and a God that loves me! The bible has come alive for me! It is the first time that I can say that I have felt hope fill my heart as I have read God’s word. This is good news I can share! Thank you, Dr Jennings! Thank you for your heart for others. I can’t put into words how this has set me free! It has strengthened my trust and love for God.

Jason H.

 

Testimony 18

The Healing the Mind DVD set tarted me on a journey that has changed my relationship with our loving God more significantly than any other study, and brought me to your book and Bible study podcasts, which I now listen to daily, thanks to the availability of archived content on your site and on iTunes.

Anonymous

 

Testimony 59

I’m a native Ghanan, but am currently in France for my master’s degree. Prior to this, during my final years at undergraduate studies in Ghana, I was introduced to your ministry and I’ve been immensely blessed by what you share, especially about the Design and Imposed Laws. God richly bless you for that.

One of the first things I did when I arrived in France was to buy all four of your books. They not only helped me, but those I shared them with. I shared the message with an atheist student and I marveled at how God worked mightily in his life. Today this person shares the Love of God with others and debunks theories of who God is not. I want to share what you present in your “Heavenly Sanctuary and Investigative Judgment” pamphlet, because the message brought rest to my soul and I live today as a healthy person.

God bless you so much and your ministry.

Michael A., Ghana

 

Testimony 26

Your teachings about our heavenly Father have changed my life. Thank you sooooooo very very much! I know He’s doing some serious healing in my heart and life and I look forward to each new day to learn something new about Him and to just hear you speak about Him. Thank you, forever.

Nancy S.

 

Testimony 73

I have been truly blessed by your blogs and other resources. They have helped me to see things in a much brighter light and to reason things out better. Thank you so much for your ministry. Whenever I have the opportunity I pass along your material to my friends.

R. Noseworthy, Newfoundland, Canada

Testimony 15

I have been sharing Come And Reason Ministries Bible study lessons with several folk. You have such a beautiful view of the plan of salvation. If we had this message preached when I was young, my generation would still all be in church.

H. R., New Zealand

Testimony 6

I got the book “Could It Be This Simple?” a few months ago and the reading was wonderful and I was fascinated. I lent the book to a friend at work. She is having a difficult time and the book is helping her to find Jesus and I found this very exciting. She has asked me questions and I can see her life changing.

H. S., Australia

 

Testimony 61

I grew up in a prominent protestant church and had what I like to call religious anxiety. I’ve always had questions about God and Salvation that no one could seem to answer.  I didn’t know how to find resolution. During 2020, at the height of my anxiety, I fell to my knees and begged God to show me truth and light and to give me the hope that I’ve been longing for. Days later, I stumbled upon your online videos and it was like a veil was lifted and EVERYTHING made sense! For the first time in my almost 39 years of life, my religious/spiritual anxiety has lessened. I feel a sense of freedom and peace I’ve NEVER had before… and it’s all because my view of God has changed. Thank you!

Ashleighn C.

 

Testimony 1

Thank you! I love listening to the Come And Reason Ministries Bible study classes and am using some of your notes to get the lessons together that I will be teaching. You always have such good quotes and Bible texts and pull things together to make good sense.

T. C., IN, USA

 

Testimony 30

God lead me to your book “The God-Shaped Brain” while I was searching for another book about the brain and then to your interview about your book on HeartWise Ministries [where] I found out about [Come And Reason Ministries]. I’m now devouring the webcasts of your Bible studies. I have been so greatly blessed and I thank God so much for your courage to speak the Truth in love no matter what. Listening to you contrast the two opposing systems (laws) and digging deep to unearth the hidden treasures in the Bible makes me so incredibly happy and I feel very blessed to be part of your Bible Study Group although I live far away. I am just so excited that there is a group of people that is spreading the Truth about the character of God and it saddens me how few realize what our Father in Heaven is really like.

Kessy B., Australia