No es un accidente que el primer libro de la biblia que fue escrito, la primera escritura inspirada que Dios proveyó al mundo a través de Moises, es el libro de Job. Fue escrito antes del Éxodo cuando Moises todavía vivía en Madián. Y la revelación en el libro de Job fue una verdad esencial que preparó a Moises no solo para ser un hombre de Dios quien guiaría a su pueblo fuera de Egipto, no solo a ser el autor del Génesis al Deuteronomio, no sólo para ser la persona a través de la cual Dios establecería el servicio del santuario, con su hermosa actuación para ilustrar el plan de salvación, pero para también ser el prototipo del Mesías, uno que funcionara como el libertador de la gente y un representante de Dios, uno que hablaría con Dios cara a cara y después comunicaría la verdad de Dios a la gente.
Y estas mismas verdades son esenciales para el pueblo de Dios hoy en la preparación para la venida de Cristo.
Verdades Esenciales
A continuación hay siete verdades esenciales demostradas en el libro de Job que son fundamentales para entender la realidad del universo de Dios, discerniendo las escrituras correctamente, y comprendiendo los eventos apropiadamente. Es vital para nosotros conocerlas para llegar a ser de las personas “maduras” de las que la biblia dice “se han entrenado en distinguir el bien del mal” (Hebreo 5:14)
1. La Guerra es más grande que nosotros
El primer capítulo de Job comienza con una revelación de una guerra que es universal, un conflicto que va más allá de la tierra y los seres humanos, una controversia que comienza en el cielo y que está centrada sobre el carácter y la confianza en Dios. La Biblia confirma esto en otro lado.
“Se desató entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron al dragón; éste y sus ángeles, a su vez, les hicieron frente, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Así fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. Junto con sus ángeles, fue arrojado a la tierra. (Apocalipsis 12:7-9)
En este texto describiendo el comienzo de la guerra de Satanás en el cielo, la palabra griega que traslada a guerra es (polemos), de donde obtenemos “polémica,” que describe una guerra de palabras, una guerra de ideas – nada de combate físico. Satanás es el padre de la mentira (Juan 8:44), y sus mentiras primarias son sobre Dios. Como el apóstol Pablo dijo:
“pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. (2 Corintios 10:3-5)
Moises necesitaba entender que lo que pasaba en la tierra era parte de un conflicto más grande que envolvía el universo entero, una guerra sobre dos métodos y principios antagonistas. ¿Es Dios amor, la fuente de verdad, un ser justo que se da a sí mismo por el bienestar de sus criaturas, que se sacrifica así mismo para levantar a otros; ( Filipenses 2:5-11) un ser que le da a sus criaturas inteligentes real libertad? O es Dios no diferente de lo que Satanás alega, un poderoso ser que hace reglas y después usa su poder para hacerlas cumplir con castigos impuestos? Maneja Dios su universo sobre verdad, amor y libertad, en donde todas sus leyes son protocolos diseñados sobre los cuales la realidad está construida para operar, o Dios funciona no diferente que Faraón, un traficante de poder que inventa reglas, castiga a los que las quiebran, y esclaviza a las personas a cumplir sus órdenes?
Fundamental a el entendimiento de lo que ocurre en nuestro mundo es el conocimiento de que estamos en la mitad de una guerra cósmica, una guerra que empezó en el cielo y se extendió a la tierra, una guerra sobre el carácter de Dios, sus leyes, métodos y principios, una guerra en la que la espada de la verdad pelea en contra de las mentiras de Satanás, en la que el poder del amor pelea en contra del miedo y el egoísmo, en la que la libertad se para firme en contra de la coerción y el control, en la que el perdón destruye el resentimiento y el odio, en la que la amabilidad aplasta la crueldad, en la que la mansedumbre derroca el orgullo y la arrogancia, en la que la gracia supera la culpabilidad y la vergüenza, en la que la confianza en Dios rompe las puertas del infierno que entrampa las almas y restaura los corazones y las mentes a una amistad con Dios.
La primera verdad que Moises necesitaba entender, y la primera verdad, que nosotros necesitamos entender, es que la guerra es más grande que nosotros, y que envuelve el universo entero.
2. La fuerza enemiga está dirigida por un engañador supernatural
“Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.( Efesios 6:12)
El libro de Job revela que hay un enemigo detrás de las escenas, un ser de habilidades supernaturales que pelea en contra del reino de Dios. El es el padre de la mentira (Juan 8:44)
el destructor, el que tiene el poder de la muerte (Hebreo 2:14). El es la fuente de rebelión, el originador de la desconfianza hacia Dios, el punto de fractura en la ruptura de la perfección de Dios, la desviación de su ley de diseño de vida y, de este modo, Satanás fracturó el link de amor y verdad sobre la cual el reino de Dios funciona. Alienarse de Dios es muerte, y las mentiras de Satanás, cuando se creen, rompen los lazos de amor y confianza y resultan en miedo, egoísmo, culpa, vergüenza, ruina y muerte – a no ser que nuestro salvador lo remedie.
Moises necesitaba comprender esta verdad para poder entender como Adan y Eva cayeron, cómo las mentiras engañaron a Eva llevándola a romper su confianza en Dios y cómo esa confianza perdida la cambió a ella y a su esposo, quien eligió revelarse con ella. Ellos fueron cambiados de seres santos, justos y leales que vivían en perfecta armonía con Dios y sus leyes de amor a seres que desconfiaban de Dios, que estaban llenos de culpa y vergüenza y fueron consumidos por el miedo y el egoísmo. La ley de Dios fue desplazada, y la ley de pecado y muerte infectó sus almas
Nosotros, como Moises, necesitamos entender que la batalla entre el bien y el mal no es una lucha física, no es una guerra de grandeza y poder, pero un conflicto sobre dos principios antagonistas compitiendo por cada mente y corazón inteligente, una guerra instigada por un ser sobrenatural que está buscando reemplazar a Dios en nuestras mentes y corazones. ¿A quién seremos leales? ¿Cuáles leyes y métodos abrazaremos y practicaremos? ¿En quién confiaremos?
3. Dolor, sufrimiento, y muerte se originaron con Satanás – pero Dios es culpado
Job, el primer libro inspirado, revela la verdad que el dolor, el sufrimiento, y la muerte no vienen de Dios – pero vienen del enemigo de Dios; sin embargo en este mundo caído, Dios carga con la culpa.
A medida que los varios ataques fueron llegando a Job, uno de sus siervos reportó: “El fuego de Dios cayó del cielo y consumió las ovejas y los sirvientes, y yo soy el único que ha escapado para decírtelo!” (Job 1:16)
El libro de Job no deja duda que Satanás fue el que causó la destrucción, sin embargo
Dios lleva la culpa. Aun compañías de seguros etiquetan tornados y otros desastres naturales como “actos de Dios” También he tenido pacientes que culpan a Dios por enfermedades físicas, preguntando, “porque Dios le mandó cáncer a mi hija?”
La Biblia revela que el poder de Dios es ejercitado para mantener el poder de los principados de la oscuridad acorralados ( 2 de Reyes 6:17). Él envía a sus ángeles para restringir y limitar el poder de Satanás.
El libro de Job demuestra que Dios pone límites a Satanás, pero cuando esos límites son sueltos, Satanás destruye. Pero nota: Dios dio a satanás la libertad de actuar en la vida de Job; Dios no le mandó a que destruyera.. La escritura en otro texto describe cómo Satanás ofreció a Jesús todos los reinos del mundo ( Mateo 4:8, 9 ). Cuando Dios le dio la libertad a Satanás para actuar en la vida de Job, el malvado pudo haberle dado más riquezas a Job, inspirado a la gente a que lo hiciera su rey, dándole más poder y estima – pero no lo hizo. Porque? Porque Satanás es el destructor y, cuando él no está restringido, él revela lo que él es, la fuente de dolor, enfermedad, sufrimiento, y muerte.
La escritura dice que los ángeles de Dios ahora mismo están sosteniendo los cuatro vientos de destrucción mientras el cielo espera hasta que los sirvientes de Dios hayan sido sellados (Apocalipsis 7:1-3), y cuando su pueblo haya sido sellado solo entonces los ángeles soltaran lo que han estado sosteniendo y los ayudantes de Satanás quedaran libres para causar todo tipo de daño.
Mientras los eventos finales se desarrollan y los cuatros vientos de destrucción se sueltan, necesitamos recordar la lección de Job que Dios es nuestro protector y satanás el destructor. Dios es la fuente de la vida Satanás es la fuente de la muerte. Dios es nuestro amigo, benefactor y salvador; Satanás es nuestro enemigo, explotador y destructor.
Algunos se confunden con este punto porque hay ejemplos en las escrituras en las que Dios usó su poder en maneras que parecen ser destructivas, como el diluvio o Sodoma. Sin embargo, hay una diferencia entre un cirujano amputando una extremidad gangrenosa con el objetivo de salvar una vida y un malandro cortando una extremidad de una víctima mientras avanza en su maldad. Superficialmente, los dos están actuando de la misma manera – los dos están cortando una extremidad. Pero el cirujano está buscando salvar cortando una patología, mientras el malvado está buscando solo destruir. Si le gustaría una discusión más profunda sobre el tema de la gracia de Dios actuando para salvar en formas que superficialmente parecen destrucción véase mi blogs The Flood and Questions of whether God kills part 1 and part 2.
4. La familia y los amigos pueden ser usados para tentar y desanimar
El libro de Job revela que en tiempos de pruebas, nuestros más cercanos amigos y familiares pueden ser usados para tentarnos y desanimarnos. La esposa de Job lo instó a “maldecir a Dios y morirse”(Job 16:2) y los amigos malinterpretaron a Dios (Job 42:7) y fueron pésimos dándole apoyo (Job 16:2)
Moises necesitaba entender esto, porque sus hermano y hermana se volverían en contra de él ( Números 12:1-16) y el pueblo constantemente estarían quejándose con él y de él.
Jesús experimentó las mismas dificultades. Sus hermanos no creían en él y buscaban tentarlo para actuar en contra de los planes de Dios (Juan 7:1-5); Pedro fue usado por Satanás para tentar y desanimar a Jesús. (Mateo 16:22,23)
Al mirar los eventos finales antes de la venida de Cristo, necesitamos recordar esta verdad. Necesitamos darnos cuenta que así como Job, Moises y Jesús, podríamos tener familiares y amigos que nos tientan y nos desanimen. Pero nosotros como Job no debemos escuchar a la familia y amigos que nos desaniman; debemos permanecer leales a Jesús.
5. La perfección Bíblica se trata de un amor, confianza y lealtad inquebrantable hacia Dios no sobre obras bien hechas o reglas cumplidas.
Después que Satanás se presentó él mismo en el concejo celestial, Dios le dijo, ¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job?. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal.(Job 1:8)
Job no estaba sin pecado; él era un pecador salvado por gracia, pero Dios lo describe como “perfecto.” ¿Por qué? Job había logrado eso que Jesús nos ha instruido a conseguir.
“Se perfecto como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto ( Mateo 5:48)
La perfección de la que Cristo está hablando aquí, es la perfección del amor, la confianza y la lealtad. Dios es perfecto en amor, perfecto en confianza y perfecto en lealtad. Y nosotros debemos madurar en amor por Dios y por otros no importa qué pruebas vengan, que prefiramos morir que perder nuestra confianza en Dios. Hay muchos amigos de Dios que alcanzaron esta madurez, esa inamovible devoción por él. Esa fidelidad, esa lealtad, es perfección bíblicamente:
- Daniel prefirió ser echado al foso de los leones que traicionar a Dios.
- Sadrack, Meshach y Abednego prefirieron ser tirados al horno de fuego ardiente que traicionar a Dios.
- Y a pesar que Job tenía preguntas, aun cuando Job no entendió que estaba pasando con él, él no rompería su confianza en Dios.
Esto es lo que Dios quiere para su pueblo en la tierra cuando los cuatro vientos sean sueltos. Él quiere que estemos tan establecidos en nuestro amor y nuestra confianza en El que nada nos aleje de Él. Tenemos que haber llegado a tal madurez que cuando el poder bestial se levante, cuando seamos considerados ovejas para sacrificar, no importa a cuál amenaza nos enfrentemos. “Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 8:36-39)
Tenemos que ser como Job, sellados y perfeccionados en nuestro amor y lealtad por Dios; solo entonces estaremos entre los victoriosos “Ellos los que han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte. (Apocalipsis 12:11)
Esta preparación para la venida de Cristo está explorada más profundamente en mi blog Last Generation Theology.
El libro de Job deja claro que la perfección bíblica no se trata de las obras y el trabajo sino sobre la lealtad a nuestro creador.
6. Salud y Bienestar no son evidencia de Justicia
El libro de Job revela que los justos tal vez sufran tragedia, pérdidas, enfermedades, y pobreza. También revela que estar bien con Dios no es equivalente a tener éxito en este mundo. Mucha gente, incluyendo a los discípulos de Jesús (Juan 9:2), fallaron en darse cuenta de esta verdad y concluyeron erróneamente que si alguien es pobre o sufre de alguna enfermedad, es porque han sido abandonados por Dios, malditos por Dios, o castigados por Dios, mientras estar saludables y adinerado es evidencia de estar en una buena relación con Dios.
La misma vida de Jesús fue marcada por pobreza, abuso, maltrato, rechazo, tortura, y muerte. Su sufrimiento y falta de cosas materiales no eran evidencia de estar bajo la maldición o el castigo divino.
Moises necesitaba entender todo esto para completar su misión, con el propósito de volver a la rica ciudad de Egipto y no ser tentado. Él necesitaba saber que su ropa y su vara de pastor, no eran evidencia de la falta de las bendiciones de Dios. Y el pueblo de Dios que se está preparando para los días finales y para la segunda venida necesitan la misma verdad – construir nuestra seguridad en los tesoros celestiales y no en las riquezas terrenales.
7. El mayor llamado para cada uno de nosotros es decir de Dios lo que es correcto
Por último, el libro de Job revela que el problema central de la guerra es la verdad sobre Dios. Como Jesús nos lo dijo, la vida eterna es conocer a Dios (Juan 17:3). Si queremos vida, salud, y felicidad, tenemos que retornar a la verdad sobre Dios como lo revela Jesús. Rechazar el conocimiento de Dios como lo reveló Jesús daña la mente y corrompe el carácter ( Romanos 1:18-32).
El libro de Job muestra la verdad sobre Dios, la verdad central y eterna. La historia comienza en el cielo con Satanás alegando que Dios soborna, que Dios manipula, que Dios estaba mintiendo cuando dijo que Job es perfecto y justo en todos sus caminos. El carácter de Dios y su integridad estaban siendo cuestionadas. Con el desarrollo del libro, vemos a Satanás haciendo maldad y Dios siendo culpado de ello. Vemos a los humanos acusando a Dios y malinterpretándolo. Pero a través de todo esto, Job se mantiene fiel. El rehusa culpar a Dios. En vez, Job continúa tomando la posición de que si él pudiese hablar con Dios, Dios le explicaría las cosas de manera que tuviesen sentido. Y al final Job es elogiado con la más alta condecoración que un amigo de Dios puede tener; él es elogiado por haber dicho de Dios lo que es correcto. (Job 42:7)
En este momento de la historia, los verdaderos amigos de Dios están llamados a hacer lo mismo. Estamos llamados a decir de Dios lo correcto. Apocalipsis 14:7 llama por gente para presentar el evangelio eterno – las buenas nuevas eternas sobre Dios – para el mundo, para dar a Dios la gloria revelándose al mundo, porque el tiempo ha llegado para todos de hacer un correcto juicio sobre Dios. Satanás ha mentido sobre Dios, y Dios ha sido culpado por todo lo malo que Satanás ha originado. Dios es todavía acusado de ser la fuente de dolor, sufrimiento, y muerte. Él todavía está representado como un dictador cósmico que se inventa reglas y usa su poder para atormentar y ejecutar a los que se niegan a amarlo y a obedecer sus reglas. Por esto Dios llama a sus amigos hoy, aquellos que son como Job, para que digan de Él lo que es verdad, para decirle al mundo que Dios es exactamente como Jesús lo reveló, que Él es la fuente de vida, salud, restauración y felicidad, y que es Satanás y el pecado que son la fuente de dolor, sufrimiento y muerte (Hebreo 2:14; Romanos 6:23; Santiago 1:15; Gálatas 6:8)
Sí, Job fue el primer libro de la Biblia escrito, fue porque la lección de Job establece la estructura para entender los problemas de esta guerra cósmica. Te invito a aprender la lección del libro de Job y a ser perfecto como Job, perfecto en tu lealtad y devoción a Dios, así que no importa qué problemas se te presenten, que dolor sufras, que ataques resistas, o qué preguntas tengas, tu como Job, te mantengas fiel – confiando en Dios, sabiendo que cuando le veas, el va a hacer todo perfecto, va a sanar nuestras heridas, limpiara nuestras lágrimas, y explicará todos los misterios.